La vida de un instante a otro puede dar un giro repentino y volverse una tortura. Uno de los miedos más profundos de los progenitores es que le suceda algo malo a su hijo, entre esos miedos está el temor de que desaparezca sin dejar indicio alguno.
No soy un mounstruo inicia en una escena muy frecuente, un shopping con un mar de gente consumiendo articulos, entre ellos un hombre, aguardando el instante junto para capturar a su victima. Esos momentos de espera, van a ser los últimos instantes de calma de los personajes que protagonizan la historia, antes de la fatalidad.
Carme Chaparro la autora de este libro, tiene la habilidad de llevarnos al limite, por medio de la experiencia de los protagonistas. Un libro atrapante y escalofriante, del cuál no vamos a salir ílesos.