El autor Alejandro Zambra le de vida al silencioso protagonista Julio, un hombre condenado a la serenidad y a la impostura, quien termina convenciéndose de que será mejor permanecer encerrado en su habitación observando cómo crece un Bonsái que andar vagando por los incómodos senderos literarios.
Como dice el autor, se trata de «una historia liviana pero que se pondrá pesada», un relato altamente vertiginoso, marcado por la intrigante desaparición de una mujer.