Una promesa supuestamente inofensiva. La única chavala a la que no podría olvidar.

Collins Drake ejercita control sobre todas y cada una la facetas de su vida. Desde su negocio, hasta el satisfacer sus necesidades físicas… todo pasa bajo su control.

Así que, en el momento en que una mujer aparece ante su puerta y le recuerda la promesa que se hicieron cuando tenían solo diez años, eso no debería tener la habilidad de menear su planeta.

Pero lo hace.

Porque Mia Monroe no solo es su mejor amiga de la niñez, no era solo la muchacha con la que perdió la virginidad y a la que no había visto desde ese momento, es la única salvedad a su control perfecto. Y pieza a pieza, está a puntito de destruír sus planes esmeradamente trazados.